lunes, 27 de agosto de 2007

El filósofo saltamontes
Alfaguara
Caracas, 2005
Ilustraciones de Lilian Maa‘ Dhoor
ISBN: 980-275-767-5


El filósofo pensaba tanto, tanto, tanto, que no po día estar quieto. Las ideas le rebotaban en el cuerpo de un lado a otro. Sus pensamientos alcanzaban velocidades tan impresionantes que se hacían invisibles, como las alas de un colibrí, las aspas de un helicóptero…


“Un filósofo necesitaba estar en movimiento para producir ideas a granel. Pero, después de que anotaba todas las ideas que se le ocurrían, requería de nuevos desplazamientos para volver a obtener ideas frescas.
De este modo, se mudó de donde vivía para que el recorrido a su trabajo fuese más largo y tener más tiempo de pensar. Y como las ideas mejoraban según fuera mayor el tiempo que demoraba en ir de la casa al trabajo, realizó sucesivas mudanzas que lo fueron alejando del contorno conocido. Un breve libro que muestra cómo, al ponerse en contacto con el mundo en el que se mueve, el filósofo consigue con su experiencia producir las ideas necesarias para el desempeño de su profesión. Un libro recomendado a niños mayores de diez años”.

Prosoema
Revista venezolana de literatura infantil y juvenil

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